¿Notas que últimamente aprietas los dientes? Durante el último año, me ha tocado atender muchos pacientes que llegan a la consulta por dolores en la región facial, provocados por el bruxismo, una patología que se ha disparado por el miedo, la ansiedad y el estrés provocados por la pandemia.
El bruxismo no es algo nuevo, sino que es algo más común de lo que creemos (algunos estudios indican que hasta un tercio de la población mundial podría padecerlo) y genera molestias que en los casos más severos pueden llegar a condicionar completamente la calidad de vida de las personas.
Pero, ¿qué es el bruxismo? ¿Por qué algunas personas aprietan los dientes en las noches y otras durante el día? ¿Cómo se trata?… Son varias las preguntas que surgen y que intentaré explicarles en este artículo.
¿Qué es el bruxismo?
En el año 2013, la comunidad científica internacional llegó a un consenso para hallar una definición simple y pragmática de esta patología:
El bruxismo es una actividad muscular masticatoria repetitiva que se caracteriza por apretar o rechinar los dientes y/o por apretar o empujar la mandíbula.
¿Qué lo causa?
Se trata de una enfermedad generalmente relacionada con cuadros de estrés y ansiedad.
¿Cuántos tipos de bruxismo existen?
Dependiendo del momento en el que se manifiestan los síntomas de esta patología (durante el día o por la noche), se diferencian dos tipos:
Bruxismo diurno
Es una actividad consciente o inconsciente de los músculos masticatorios mientras la persona está despierta, que se caracteriza por el contacto repetitivo o sostenido de los dientes y/o por el refuerzo o empuje de la mandíbula.
En general este tipo de patología es silenciosa, excepto en pacientes con enfermedades mentales orgánicas
Bruxismo nocturno
El bruxismo del sueño o nocturno, es una actividad inconsciente de los músculos masticatorios durante el sueño, que es rítmico y generalmente viene acompañado de sonidos.
En estos casos, las personas tienen más probabilidades de padecer otros trastornos del sueño, como roncar o realizar pausas en la respiración (apnea del sueño).
¿Cuáles son las consecuencias del bruxismo?
Ya estemos ante un bruxismo diurno o nocturno, la fuerza constante provocada al apretar y/o rechinar los dientes, genera una sobrecarga y un esfuerzo extra en los músculos de la masticación (temporales, maseteros y pterigoideos), lo que ocasiona una contractura y aumento en el tono muscular que se manifiesta a través de diversas dolencias (dolores de cabeza, dolor alrededor de la mandíbula y en la articulación temporomandibular y dolor irradiado a los oídos).
En algunos casos la enfermedad también provoca un ensanchamiento de la cara (algunos pacientes sienten que su cara se ve más cuadrada) y en casos extremos puede provocar desgaste o fractura de piezas dentales e, incluso, dificultad para abrir la boca.
Recomendaciones para quienes padecen esta enfermedad
¿Te identificas con los síntomas que he descrito en este post? Bien, pues a continuación tienes algunos consejos que pueden ayudarte a combatir el bruxismo o, al menos, a mitigar sus consecuencias:
- Evita alimentos duros y que necesiten un largo período de masticación, eligiendo en su lugar alimentos blandos y partidos en pedazos pequeños.
- No hagas un uso indebido y excesivo de la mandíbula. Por ello se recomienda evitar comer chicle, pipas, frutos secos, etc.
- No abras en exceso la mandíbula. Por ejemplo, al bostezar es aconsejable poner el puño bajo el mentón para limitar la apertura.
- Evita posturas que fuerzan la mandíbula, como por ejemplo sujetar el teléfono con el hombro, dormir boca abajo o de lado apoyando la mandíbula sobre un brazo.
- En caso de sentir dolor, realiza con frecuencia masajes sobre la musculatura masticatoria (músculos masetero y temporal) o zonas doloridas mediante presión directa con los dedos o haciendo círculos 2 o 3 veces al día.
- Aplica calor seco local sobre las zonas doloridas con un paño caliente o una manta eléctrica durante unos quince minutos una o dos veces al día, especialmente en épocas de frío.
- Consulta al dentista para mejorar el engranaje de los dientes, de tal forma que la masticación se haga correctamente en los molares por ambos lados.
Tratamiento
Las recomendaciones que hemos indicado en el apartado anterior buscan limitar la sobrecarga de fuerza sobre los músculos involucrados, con la finalidad de relajarlos y por ende disminuir el dolor y las molestias que genera.
Pero para aquellos casos en los que estas medidas no logren evitar las molestias, se recomienda acudir a un Cirujano Maxilofacial, quien podrá realizar una exploración y valorar la opción de tratamiento con toxina botulínica (Botox).
Mucha gente asocia el uso del Botox con la medicina estética, pero la realidad es que se utiliza en muchísimos otros tratamientos médicos, como por ejemplo, para casos de cefaleas intensas, para controlar el estrabismo y para patologías de hipersudoración, entre otras.
En el caso del bruxismo, el tratamiento consiste en la infiltración de dicha sustancia en los músculos involucrados (maseteros y temporales principalmente), con la finalidad de evitar el mecanismo de contracción muscular, obteniendo así una disminución considerable del dolor.
¿Cómo realiza los tratamientos de bruxismo en Madrid la Dra. Victoria Prats?
La infiltración con toxina botulínica se realiza en la consulta en 30 min, no necesita preparación previa y solo genera ligeras molestias en el momento, que son muy bien toleradas, no necesitando cuidados específicos tras el tratamiento.
Los efectos se comienzan a notar en torno a los 7-15 días tras el tratamiento, con una disminución de la fuerza de contracción muscular, y una mejoría de la sensación de sobrecarga y dolor facial.
La duración de los efectos de la infiltración es de 4 a 6 meses dependiendo de cada persona, tras lo cual se puede volver a aplicar.
Si quieres toda la información sobre cómo llevo a cabo el tratamiento en consulta, o quieres reservar una cita para tratarte conmigo, puedes informarte aquí.
Cuando mis pacientes se aplican Botox por razones estéticas, generalmente vuelven porque dicen sentirse más guapos y seguros de sí mismos. Cuando se aplican Botox para tratar el bruxismo, vuelven porque los dolores que parecían ser parte de su día a día, se vuelven sólo un mal recuerdo.
Si tienes cualquier duda sobre esta enfermedad, te animo a escribirme con total confianza y, en todo caso, estoy a tu disposición en mi clínica, para tratar tu problema de bruxismo.