Cuando acuden a mi consulta, la mayoría de los pacientes vienen con ganas de hacerse algún tratamiento que los ayude a mejorar su aspecto y sentirse mejor, pero muchas veces también traen los miedos asociados a cualquier cambio.
A pesar de que la medicina estética cada vez apunta más hacia la naturalidad, vemos sobre todo a través de los medios, personas que han abusado de productos y tratamientos, perdiendo la naturalidad y expresión del rostro.
Esos son los verdaderos culpables de esos miedos, porque la realidad es que la gran mayoría de la gente que acude a un especialista, no la notamos. Como en todo, siempre las malas noticias llegan más rápido y más lejos.
Nos cuesta reconocer por la calle, o incluso entre nuestros círculos de amistad, a aquellas personas que reciben un tratamiento adecuado de medicina estética, porque lo que reflejan los buenos resultados, es que la persona siga intacta o incluso mejor con el paso del tiempo; porque los cambios son sutiles, elegantes y naturales.
Lo ideal es realzar tus rasgos para que puedas ver y sentir frescura en tu rostro, manteniendo y mejorando las expresiones y proporciones de tu rostro, lo que hará que te veas mejor y sientas mucha más seguridad y confianza entre tus amigos y frente al espejo.